Reseña #30: Siempre fuiste tú

Siempre fuiste tú

Hay un espacio temporal donde todas las personas que viven en un mismo lugar se cruzan momentáneamente, pero hay otro suceso, aún más remoto, en el que la vida de una persona impacta de lleno en la vida de otra.

Quizás éste último sea mi caso.

Quizás por algún vaivén del destino, porque el viento esa noche sopló más o menos fuerte o hasta por el simple aleteo de una mariposa al otro lado del mundo, Iván y yo nos conocimos.

Diluviaba y, sin darme cuenta, ese chico alto, rubio y con los ojos más verdes que yo hubiese visto jamás me salvó de todas las maneras en las que podía salvarse a una persona.

Antes de que nuestros caminos se separasen, escribí mi número de teléfono en un trozo de papel húmedo y se lo metí en el bolsillo de la chaqueta.

Ese día comenzó nuestra amistad.

La más larga, bonita e inquebrantable que había experimentado jamás.

Autora: Alejandra Rodríguez

Nº de páginas: 338

Edición: Tapa blanda

ISBN: 9781548253417

Reseña

Opinión personal

¡Cuidado! Puede contener algún spoiler (estará señalado en caso existente de este color)

¿Podría decir que este libro me ha gustado? Bueno, teniendo en cuenta que acabe con él en día y medio quedándome hasta las tantas leyéndolo porque no podía parar de leer…Cada vez que me decía: Venga va, esta página y me voy a dormir…giro inesperado aparece de repente y hace que siga leyendo.

Nada más empezar con el libro nos encontramos a una Alicia rota y descolocada, algo que había sido estable y seguro acaba explotándole en sus propias narices: encuentra a su novio con otra mujer en su casa.

Jorge, exnovio de Ali. Maniaco, manipulador, controlador, celoso, maniaco…Un ser mísero y despreciable que aun habiendo hecho las cosas mal sigue insistiendo en que la culpable es Alicia, hasta le pone un detective por el amor de Dios, y le seguirá llamando para “hablar las cosas”, rastrero.

Luego tenemos a Alicia. Solo puedo definirla como un torbellino que es justo lo que crea cuando la leemos. Siempre tiene respuesta para todo, te arranca sonrisas sin que te quieras dar cuenta y esta como una cabra, unas veces más que otra que te hará querer agarrarla y decirle: párate un momento y procesa la información.

(Suspiro) Iván, ¿Qué os cuento yo ahora de Iván? Es el tipo de chico por el cual suspiramos y que querríamos tener a nuestro lado. No todos tus amigos se atreverían a meterte en su casa después de la situación por la que pasa Ali, aun menos te deja dormir en su cama y te revuelve toda la vida poniéndola patas arriba. No todos los amigos se comportan como Iván, o es que… ¿o es que quiere algo más? Quien sabe jejeje

Cuando Ali se va a vivir con Iván y ella conoce a la pandilla de este, esto todo tan: ay mi madre que le sacan los colores y la van a liar. Y bien que la lían, acaba siendo una más de ellos y todo lo que ello conllevara.

Llegados estos momentos y a partir de aquí todo se va a volver no negro negro más bien… ¿castaño oscuro? No siempre es bueno dejarlo todo guardado y aún menos abandonarlo en una esquina alimentándolo con las sobras, pensar que con eso bastara, que intentando poner otro nombre, otra piel, otro aliento, la cosa cambiara… Esto es una de las cosas que más nerviosa me pone, lo estoy viendo, parece que todo va por buen camino y zasca que te llevas.

Creo que Alejandra en este libro nos ha querido mostrar la importancia que tiene la sinceridad y más cuando se trata en los términos del amor. A esto le sigue la confianza que se establece y los lazos que se forman, no solo hablando de un amor romántico, también de un amor de amistad, como tratan y se relacionan los amigos de Iván con Ali sin apenas conocerla demasiado, dejando en un segundo término a su amigo, me parece increíble. Aunque sea tu amigo no significa que este siempre lleve la razón y mucho menos que por esa unión ya tengas que apoyarlo a muerte.

Hay dos personajes, bueno, tres, que odio con todo mi ser. Uno de ellos es Jorge, ya os lo presente antes y luego está el simpatiquísimo y guapísimo y de todo, Alejandro. La cara dura que tiene este chico es como recorrer todas las islas, ida y vuelta, mil veces. Ya no hablemos de la poca vergüenza que se gasta. Otro ser que no aguanto es a la bruja, si, no os diré su nombre pues de tanto odio que le tengo se lo he borrado. ¿Cómo se puede ser así? Vale, sé que él la utilizo y todo lo que quieras pero cuando te dicen que se acabó, pues se acabó. Luego en el momento que va de diva y después de desesperada apenada… Yo la hubiera secuestrado y mandado a la otra punta del planeta aunque seguro que hubiera vuelto a aparecer. 

Y no puedo dejarme a los papis de Ali, ya se me olvidaban. Creo que me caso con su madre, es todo un: te lo dije. Pero es que el padre de Ali es todo un amor de hombre, me dan ganas de achucharlo. Hubo un momento en el que Alicia habla con su padre que me hizo saltar las lágrimas recordándome algo personal.

Hay algún que otro cliché que pasa por desapercibido con ese toque tan especial que le pone Alejandra. Es un libro divertido, con altibajos emocionales, romántico y lleno de purpurina. Les cogerás tanto cariño a los personajes que te dolerá en el alma tener que pasar la última página.

Para mi este libro tiene un 4,75/5⭐